Aduana: Desde los tiempos en que las oficinas aduanales fueron cambiadas del poblado de Villa Unión al Puerto de Mazatlán en el año de 1828, se hizo evidente que se requería de un edificio apropiado que estuviera bien ubicado. Por esas razones y con el apoyo y autorización estatal y federal se construyó este imponente edificio, el cual fue inaugurado en 1842 por el Gobernador del Estado y altos jefes militares, en presencia de los principales comerciantes del puerto
Texto: archivo de Mazatlán interactivo
Fotos: Mazatlán Interactivo y Amigos de Mazatlán
1 BANCO OCCIDENTAL DE MÉXICO
El Banco Occidental fue uno de los edificios más bellos con los que contó Mazatlán y era el centro financiero de los grandes capitales que se manejaban en el puerto. Fue construido en el año de 1907, momento en que estaba en su apogeo el Porfiriato, régimen que se distinguió por el afrancesamiento en todos los ámbitos de la vida de la sociedad mexicana. En los hogares y en las reuniones sociales más sofisticadas, las frases en francés, pronunciadas con toda propiedad, eran sinónimo de buen gusto y elegancia.
Su cúpula, cubierta de pizarra verde y rematada por una corona de herrería y un asta bandera, era uno de los elementos que definía su estilo francés y lo hacía brillar entre las otras edificaciones de la calle Principal, hoy Belisario Domínguez. Sus paredes lucían un almohadillado que es común ver en el Centro Histórico de París.
El primer piso, por el lado de la calle Belisario Domínguez, lo adornaban e iluminaban su interior una serie de ventanas rematadas con arcos de cañón y herrería fabricada en la Fundición de Sinaloa, que recibía los catálogos de Francia.
Inspirándose en ellos, elaboraban los moldes con los que se fabricaban las piezas de hierro de ventanas, balcones, balaustradas y estructuras que se utilizaban en las obras arquitectónicas de Mazatlán.
El edificio fue pieza clave de la vida financiera del puerto. Por ahí pasaron muchas fortunas de comerciantes y mineros que activaban la vida en Mazatlán con sus capitales. De ahí salió el financiamiento que les permitió diversificar sus negocios hacia la industria del calzado, la cerveza, los textiles, carretas, cerillos, escobas y tabaco, que llenaron de fábricas el Mazatlán de finales del Siglo XIX.
Grandes fortunas se amasaron en esa institución bancaria que emitía su propia moneda. En el piso superior vivieron los directores del banco, Alejandro Valdés Flaquer, Federico Goodchild, Tomas de Rueda Valparda, Roberto Valadés y Héctor Escutia.
El que ha sido considerado el edificio más bello de Mazatlán lo sigue siendo sólo en el recuerdo de los que lo vieron en pie hasta 1965, año en que fue demolido por Mario Arturo Huerta. Desaparecieron sus columnas de ébano, su piso de París, su mostrador de granito y la herrería de sus balcones que acentuaban su estilo francés.
2 Edificio del Hotel Central:
Este hotel abrió sus puertas en el año de 1888 y hasta los años de 1930 fue uno de los mejores de la ciudad y la Costa del Pacífico.
Hospedarse en ese lugar era un gusto y una delicia, el glamour que allí se vivía y la calidad de su servicio e instalaciones eran magníficas e insuperables.
Tenía un patio central rodeado de mamparas de madera con finos cristales emplomados de colores que se utilizaban para bailes privados. En su restaurante se ofrecía una cocina Gourmet y en su bar se podían encontrar los más finos vinos Europeos y degustar los más exóticos cocteles y se consideraba que tenía la cava mejor surtida de la ciudad.
Aquí se hospedaban las gentes más prominentes, visitantes distinguidos y políticos encumbrados.
El edificio del que fue el hotel está en la esquina Belisario Domínguez y calle Ángel Flores.
3 Edificio de la Mercería Alemana:
Este edificio de dos plantas fue construido en el año de 1904 por encargo del Sr. Alberto García Granados en la calle Principal, hoy Belisario Domínguez.
Durante muchos años el edificio albergó la “Mercería Alemana” propiedad de Heymann Sucesores cuyos socios principales eran los Alemanes Luis Volquardsen y Carlos y Alejandro Melchers.
Se vendía ahí una gran variedad de productos de ferretería, instrumentos musicales, juguetes, loza, porcelana y muebles. Lo más selecto y fino que existía en el mercado de esos tiempos lo encontraban ahí.
Esta poderosa negociación al contrario de otras similares continuó funcionando hasta el año de 1940, fecha en que cerró sus puertas a causa de la Guerra en Europa, que limitó sus fuentes de abastecimiento de mercancías.
4 Teatro Ángela Peralta
Fue construido en el año de 1869, su primer nombre fue Teatro Rubio.
La persona que ideo su construcción fue el Sr. Manuel Rubio, quien falleció en un viaje a Europa cuando la edificación estaba en proceso. la viuda del Sr. Rubio se hizo cargo de concluir la obra, después de un largo litigio, la viuda fue obligada a vender el inmueble tres años después.
Entre 1879 y 1881 se realizaron importantes obras para concluir los detalles faltantes en el edificio y convertirlo en un lujoso teatro.
La remodelación de “ventanas, puertas y balcones, además de otras reparaciones fundamentales” estuvieron a cargo de Santiago León Astengo. De los telones escenográficos y otras decoraciones se hizo cargo el pintor Juan Gómez.
Con 1366 localidades y los mejores adelantos de la época, el teatro fue oficialmente inaugurado por segunda ocasión el 6 de febrero de 1881, cuando quedó totalmente terminado, oportunidad en la que se presentó un concierto de las alumnas de canto del Maestro Manuel Cataño.
En agosto de 1883 se presentó la compañía “italiana” de Ángela Peralta que venía precedida de gran fama. Ella no llegó a cantar en el teatro pues contagiada por la fiebre amarilla murió en el edificio contiguo al teatro.
Hasta 1940, el Teatro Rubio fue escenario de todo tipo de manifestaciones culturales y espectáculos como operas, zarzuelas, dramas, actos cívicos, funciones de circo, de box y lucha libre.
Durante un tiempo se convierte en sede de eventos carnavaleros.
El Teatro Ángela perlata fue remodelado y su reinauguración se da el 23 de octubre de 1992.
5 Edificio de la Aduana:
Desde los tiempos en que las oficinas aduanales fueron cambiadas del poblado de Villa Unión al Puerto de Mazatlán en el año de 1828, se hizo evidente que se requería de un edificio apropiado que estuviera bien ubicado. Por esas razones y con el apoyo y autorización estatal y federal se construyó este imponente edificio, el cual fue inaugurado en 1842 por el Gobernador del Estado y altos jefes militares, en presencia de los principales comerciantes del puerto.
Se caracteriza por tener en la entrada un amplio portal Neoclásico con dos columnas de estilo Dórico que sostienen una cornisa sobre la que descansa un medio techo en forma triangular, se pueden admirar unas ornamentaciones que hacen referencia al propósito marítimo del edificio, sus ventanales son rectangulares y espaciosos siguiendo la usanza de la época.
Las oficinas interiores se localizan alrededor de un espacioso patio central, interconectadas por un corredor desde el que se puede observar un jardín al centro.
6 Catedral de Mazatlán
Su nombre: Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción: Inició su construcción en 1875, terminándose de construir en 1899 y consagrándose en 1937 con el nombre de la Purísima Concepción.
Con influencia gótica, en el exterior se muestran dos esbeltas torres; el interior posee tres naves rematadas por sendos altares, el decorado es barroco con tendencias exuberantes, convirtiéndolo en un mosaico de estilos. Adorna también su interior con un enorme candil central y los candiles colocados a lo largo de los pasillos laterales, elaborados con finísimos cristales cortados franceses, los cuales fueron instalados en 1950.
Uno de los preciados tesoros de catedral es su extraordinario órgano construido en París por el fabricante Arístides Cavaillie – coll ( 1811-1899 ) se cree que fue el día 17 de mayo de 1899 fecha que por primera vez fue tocado para deleite de la grey católica mazatleca.
7 Capilla de San José
–El Templo de San José es la construcción religiosa más antigua de la ciudad, data de principios del siglo XVIII. La congregación religiosa de las Carmelitas Descalzas fue la encargada de la construcción de esta bella iglesia.
Tiene el mérito de todavía seguir en pie sin perder sus rasgos y diseños originales. No se conoce con exactitud la fecha en que este templo fue construido pero existe un cierto consenso entre los historiadores de la ciudad que su levantamiento empezó en el año de 1837 y que se llevaron cinco años para dejarlo totalmente terminado.
La razón de su pequeño tamaño si se le compara con otros templos católicos contemporáneos o posteriores, se debió a que en los tiempos en que fue construido, la población del Puerto de Mazatlán no sobrepasaba los 4,000 habitantes y a que muchos de ellos eran extranjeros que profesaban otras creencias religiosas.
El templo de estilo Franciscano está ubicado en las faldas del “Cerro de la Nevería” por la calle Campana.y su construcción descansa sobre una plataforma muy alta a la que se llega por unas empinadas escalinatas de piedra. Tiene un atrio muy grande para una parroquia de su tamaño y sólo cuenta con una torre de tamaño bajo y su fachada está desprovista de decoraciones, a excepción de las que existen en la puerta y ventana del coro.
8 Mercado Pino Suárez
El 5 de mayo de 1899 el Gobernador del Estado de Sinaloa, Don Francisco Cañedo asistió a la inauguración del entonces llamado Mercado Manuel Romero Rubio, pero por desacuerdos entre los locatarios no fue hasta un año después, el 5 de mayo de 1900 cuando los mazatlecos por fin tuvieron su mercado.
El Mercado Municipal de Mazatlán es un edificio construido en hierro y acero, basado en el estilo Art Nouveau y utilizando las mismas técnicas que 7 años antes se emplearon en la Construcción de la Torre Eiffel.
Lo diseñó y construyó Alejandro Loubet, gerente de la Fundición de Sinaloa, por encargo del H. Ayuntamiento.
Este edificio representaba el progreso y refinamiento cultural de aquella época, pues según señaló el constructor de la obra, ésta habría de marcar en la historia de este Municipio el primer paso dado por un Ayuntamiento tan enérgico como ilustrado, y marcaba a la Ciudad como el centro de comercio y de industria más progresista del país.
En su edificación quedaron las huellas del pasado ostentoso: aquél era un coloso de hierro; pero, a diferencia del proyecto original, su terminación demostró que ya Mazatlán no era lo que había sido. A final, los detalles arquitectónicos de más realce fueron eliminados, por razones económicas: quedo sin mármoles ni vitrales coloridos.
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